Los reyes Guillermo Alejandro y Máxima se enfrentaron en junio de 2025 a uno de los mayores retos protocolarios que pueden tener como monarcas: una cumbre internacional con decenas de líderes mundiales. 32, para ser exactos, más socios y acompañantes.
Y es que, por primera vez en su historia, la Cumbre número 33 de la OTAN se celebró en Países Bajos, casi una deuda pendiente con la nacion que más secretarios generales ha dado a la Organización, desde sus inicios hasta el actual mando de Mark Rutte.
Tras la llegada de todos los asistentes al palacio de Huis Ten Bosch fue frente a sus escaleras que todos posaron para la tradicional foto. Entre el mar de trajes y atuendos oscuros, la reina indudablemente destaco gracias a un enterizo de seda suave verde lima con escote profundo y mangas murciélago de la colección Primavera/Verano de Natan.
Si bien, Máxima de Holanda es dada a reciclar prendas de su armario, esta vez optó por estrenar el modelo Rippas, pero reutilizar complementos. Uno de ellos fue la impresionante garceta de diamantes compuesta por doce ramitas que la reina Emma recibió como regalo de bodas en 1879 y que en ocasiones la royal ha lucido como adorno en la cabeza, aunque ahora prefirió colocarla en el hombro izquierdo a modo de broche.