Miles de ciudadanos se volcaron a las calles de Doetinchem para celebrar el tradicional Día del Rey, en honor al cumpleaños del monarca holandés, Guillermo Alejandro. Acompañado por la reina Máxima y sus hijas, las princesas Amalia y Alexia, el soberano participó activamente de los festejos populares.
La familia real derrochó simpatía, interactuando con los presentes en un ambiente festivo y cercano. La reina Máxima y sus hijas destacaron entre la multitud por su elegancia y estilo, convirtiéndose en uno de los focos de atención de la jornada. Como cada año, el Koningsdag reafirmó el fuerte vínculo entre la monarquía y el pueblo neerlandés.