Con una palmadita en el brazo, el rey Carlos III saludó a su sonriente primogénito, Guillermo de Gales, quien tras haber sido nombrado miembro de la orden de Bath en 2024 por el propio monarca tras su ascenso al trono, su alteza real acudió por primera vez al servicio de esta nobilísima y antigua orden.
El Príncipe heredero mostró su apoyo y solidaridad a su padre, durante esta inusual aparición conjunta en la Abadía de Westminster, después de que el Duque de Sussex revelara su tensa relación con el soberano durante una entrevista con la BBC.