La hija de Isabel Preysler vuelve a pasar un mal momento en relación a su boda con Íñigo Onieva tras quedarse sin vestido de novia faltando menos de dos meses de su enlace. Sophie Et Voilá, firma nupcial de Barcelona que estaba trabajando en el diseño de la socialité y empresaria, anunció en un comunicado, la ruptura de su acuerdo con la marquesa de Griñón. “Entendemos la importancia de capturar la esencia sobre los conceptos e inspiraciones de nuestras novias y, como es normal, en la mayoría de los casos partimos de una inspiración de otros diseños que combinamos con el estilo de Sophie et Voilà y el savoire faire de las profesionales de primer nivel de esta compañía. Sin embargo, sentimos un profundo respeto por la creación artística de otros compañeros y nuestra ética empresarial nos impide traspasar ciertos límites que pondrían en peligro la autoría original del diseño” expresaban las diseñadoras en su anuncio, alegando que las exigencias de Tamara se acercaban demasiado a diseños ajenos a la firma, algo que Tamara negó rotundamente a la revista ¡HOLA! diciendo: “Es categóricamente falso que quisiera que copiaran un vestido” y lamenta tener que empezar la búsqueda de un nuevo vestido y que un momento que tenía que ser de mucha ilusión, se convirtiera en un momento de tensión.
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